Después de más de dos meses sin actualizar, hoy quiero hacer una denuncia.
Hace ya algunas semanas que salió esta noticia, pero hoy he vuelto a leerla en un blog y he sentido tanta impotencia y tanta rabia que necesito escribir lo indignada que me siento como mujer y como ciudadana española.
Es la historia de una chica de 25 años, llamada Verónica Fernández. Ha sido condenada por un juez a realizar 15 días de trabajos en beneficio de la comunidad por llamar “violador” a su padrastro. Este hecho no sería muy relevante si no fuera porque ese hombre abusó sexualmente de ella desde los siete hasta los 14 años. Bajo amenazas de hacerle lo mismo a sus hermanos si se le ocurría decir algo, ese monstruo (que vive en libertad e incumpliendo las ordenes de alejamiento) la ha maltratado durante toda su vida. Y que por desgracia lo sigue haciendo.
La historia de Verónica Fernández es la de una mujer que, siendo niña, fue sometida a violaciones, abusos, agresiones, vejaciones, insultos, amenazas e intimidación diariamente durante siete años. Y hoy, después de varios intentos de suicidio, de necesitar tratamiento psiquiátrico, de que le hayan arrebatado su infancia, el Juzgado de Instrucción número 1 de Ocaña (Toledo) la ha condenado a realizar trabajos comunitarios por llamar “violador” al hombre que le ha destrozado la vida.
Yo tengo 20 años. Soy mujer. Y hoy siento vergüenza de la Justicia. Siento vergüenza de esta sociedad que mira hacia otro lado.
No tengo palabras. Tan solo dar desde aquí todo mi apoyo a Verónica Fernández y a todas las mujeres que, por desgracia, han tenido que sufrir situaciones como esa. Este post es por todas vosotras.
Aquí les dejo un enlace con el testimonio de Verónica Fernández.