19 ago 2011

Jugar a ser Dios

La JMJ invade Madrid, eso no es nada nuevo para nadie. Hoy ha llegado "su santidad" Benedicto XVI... Y yo, después de estar todo el día escuchando que si Papa por aquí, que si JMJ por allá, voy y me topo con esto:

http://www.elmundo.es/elmundo/2011/08/18/espana/1313683834.html

Bueno, con los casi 50 millones de euros que nos ha costado la visita del Papa se me escapa imaginar los millones de niños que dejarían de morir de hambre. Pero bueno, para los que consideren que esto no es más que demagogia, añado más cosas.
Este es el "querido y santo" Papa que se resguarda del sol en las homilías bajo un gran escenario ostentoso y al cobijo con sombrillas inmaculadamente blancas (rodeado, por supuesto, de todo su séquito). Mientras, los miles de personas que le escuchan soportan hasta más de 40ºC de temperatura solo con la ayuda de abanicos. Por no hablar de su "cercanía" con el pueblo. Sí, ha saludado tímidamente a todas las personas que han esperado durante horas tirados en la calle desde su "Papamóvil" blindado, por lo que toda esa gente ha podido verle durante, veamos, ¿unos dos o tres segundos? Además de todo esto, por supuesto, avión, residencia y transportes privados.
Por si fuera poco, Benedicto (¿o debería decir Joseph?) se atreve a arremeter contra los ateos, los agnósticos, contra los homosexuales y el aborto, contra aquellos que no siguen el modelo de vida de Cristo. Como todos sabemos, él lo sigue a rajatabla, no hay más que ver lo humildemente que vive. 
Yo soy creyente. Creo en la vida después de la muerte. Y no me importa decirlo porque no me avergüenzo de lo que creo, ni de lo que soy, ni de mi forma de vivir. Pero, por supuesto, no creo en esa "secta" a la que llamamos Iglesia, que se atreve a imponer modos de vida y decidir lo que está bien y lo que está mal en nombre de Dios. No creo que este hombre tenga el derecho de considerar que no soy digna, ni siquiera una persona normal, porque amo a una mujer. No creo que este hombre, ni todos los que le siguen, tengan el derecho de prohibir abortar a una mujer. ¿Tienen útero acaso para ponerse en el lugar de una mujer? Si, en teoría, son castos, ¿qué saben ellos de una relación de pareja -y muchos menos de embarazos y abortos?
Este hombre que habla en nombre de Dios ha reconocido públicamente que decenas de niños sufrieron abusos sexuales a manos de curas pedófilos de su diócesis. Y él tenía constancia de esos abusos cuando sucedieron. Y lo ocultó y negó durante años, porque claro, los curas "también son humanos y pueden pecar y equivocarse, pero merecen el perdón de Dios". Claro, los curas pedófilos y los que los encubren merecen perdón, pero los homosexuales, los ateos, los agnósticos y las mujeres que abortan ya tienen un sitio guardado en el infierno, ¿no?

Y después de todo esto yo me pregunto, Joseph, ¿quién es el que se cree Dios?