18 abr 2011

Lejos

No tengo excusa por haber estado tantos días sin actualizar, lo sé. Pero con las “vacaciones” (por llamar a esta semana de alguna manera) tengo algo más de tiempo para pasarme por aquí.

El tiempo está pasando demasiado rápido; después de Semana Santa casi será mayo, por lo que el verano esta a la vuelta de la esquina. No me gusta el verano, no aguanto el calor asfixiante. Además, cada vez se me hace más duro estar lejos de M. durante tanto tiempo. El primer verano que pasamos separadas fue horrible. M. tuvo muchísimos problemas con su familia y estuvieron a punto de llevarla a otra ciudad a estudiar. Por suerte se fueron tranquilizando un poco las cosas (aunque nunca del todo), pero por lo menos seguimos juntas y estudiando en la misma ciudad. Desde entonces tenemos muchísimo más cuidado que antes con todo. Ahora todo parece estar mejor que antes, pero aún así, conforme van pasando los días, se me hace difícil que estemos lejos. Además, ni siquiera tenemos posibilidad de vernos sin correr algún riesgo, porque vivimos a unos 400 km de distancia. No queda otra que llevarlo lo mejor que se pueda.

Por lo demás, no tengo muchos planes para esta semana. Tengo que ponerme al día con todo lo que tengo atrasado de la universidad, y poco más.

La verdad es que no estoy muy inspirada para escribir ahora mismo, quizás vuelva a más tarde.
________________________________________

Todo esto lo escribí ayer, pero por problemas varios que estoy teniendo con mi ordenador no pude actualizar. Y ahora estoy angustiada. Porque M. ha vuelto a discutir con su madre, y estoy esperando noticias. Y no, discutir con su madre no es una discusión normal. Es una gran pelea, en la que sabes desde el principio que ella siempre va a quedar por encima de ti. Porque sí, porque ella es la que lleva el mando, es la que tiene el poder económico, es la que decide cuándo todo está bien y cuándo está mal. Y me aterra que discuta con ella, porque ya le ha dicho tantas cosas que me da pánico pensar que pueda cumplir alguna de ellas. 

Sé que tengo que estar tranquila y con la cabeza fría, porque no puedo estar mal. Y ya no solo por mí, sino por ella, e incluso por mi familia (mi madre nos apoya desde el principio sin reservas). No puedo permitirme estar mal porque no puedo hacerles más daño. 

Como escribí ayer, quizás vuelva más tarde. Quizás cuando tenga noticias.

Muchos besos.

Lilly.

No hay comentarios:

Publicar un comentario